Las etapas
del capitalismo
El sistema capitalista, que existe desde hace aproximadamente 500
años como modo de producción posterior al feudalismo, se caracteriza por la
propiedad privada de los medios de producción, la búsqueda de beneficios particulares,
la acumulación y reinversión de excedentes productivos, el mecanismo de mercado
basado en la oferta y demanda de bienes y servicios, la competencia entre
empresas y la división social y territorial del trabajo.
El
sistema capitalista, si bien conservó sus características a lo largo del
tiempo, fue cambiando a través de procesos lentos, pero también a través de
cambios profundos y rápidos, que dieron origen a distintas etapas.
La
primera de las etapas se identifica como la del capitalismo mercantil, basado en la producción e intercambio de mercancías, la
explotación de áreas antes desconocidas o inexplotadas, la producción y
acumulación de metales preciosos y el comercio de ultramar.
Hacia fines del siglo XVIII, con la primera
Revolución Industrial iniciada en Gran Bretaña, comienza la etapa del capitalismo industrial, basado en la transformación rápida de las
materias primas, en el desarrollo de los Estados que llevaron adelante esos
cambios, en detrimento de las potencias que dominaron la anterior etapa
(España, Portugal) y en el acelerado desarrollo de los transportes, ligado a la
maquinización a vapor.
A
fines del siglo XIX y principios del siglo XX se inicia la etapa del capitalismo monopolista, caracterizada por la producción industrial
en serie, la masificación del consumo manufacturero y el desarrollo de Estados
Unidos como la gran potencia capitalista.
La
última etapa del capitalismo, conocida como capitalismo global o globalización, surge en la década de 1970 con la
revolución ocurrida en las telecomunicaciones y sistemas de transportes y se
consolida en la década de 1990. Se caracteriza por la interconexión entre los
países del mundo gracias a los avances tecnológicos y al movimiento de
capitales financieros entre países y por la profundización de las desigualdades
entre los países centrales y los periféricos.
La globalización
El concepto de globalización es
hoy utilizado por múltiples disciplinas y campos del saber, como la Historia,
Antropología, Geografía, Sociología, Economía, Derecho, Artes, Literatura y
Ciencias Políticas. También es necesario mencionar que es un concepto que
genera fuertes disputas ideológicas y distintas formas de concebir el mundo.
Desde un punto de vista
territorial, es una etapa (hasta aquí la última del capitalismo) caracterizada
por importantes cambios en la organización del trabajo y de la producción y por
el gran desarrollo de los medios de comunicación e información y de transporte,
por lo que originó redefiniciones de la lógica espacial del mundo.
¿Por qué ocurrió esto? En
principio, porque la globalización permitió una rápida conexión entre
diferentes partes del mundo a través de la denominada "realidad
virtual" (Internet, por ejemplo), pero también a través de las formas de
transporte de personas y mercancías (incluido el dinero). También la difusión
cultural desde Occidente (principalmente desde Estados Unidos) hacia gran parte
del planeta produjo espacios desprovistos de identidad regional y, por el
contrario, muy semejantes entre sí en distintos lugares del mundo, como los
shoppings (centros comerciales), los negocios de comida rápida, las autopistas,
etcétera.
La
semejanza de estos espacios (también llamados “no-lugares”) que pueden estar en
muchas ciudades del mundo, desde Nueva York (Estados Unidos) a Buenos Aires
(Argentina), Londres (Inglaterra), Tokio (Japón), San Pablo (Brasil), Kuala
Lumpur (Malasia) o Alejandría (Egipto), contrasta con los espacios anteriores a
este período. Es decir, contrasta con estilos propios de cada área: edificios,
parques y otras construcciones “reconocibles” y hasta simbólicas de esas
ciudades como, por ejemplo, la torre Eiffel en París.
Desde
un punto de vista socioeconómico, este proceso surge con fuerza luego de la
caída del comunismo soviético y el consecuente renacimiento de las políticas
liberales de mercado, que recibieron el nombre de neoliberalismo. En este proceso actual, la toma de poderes
se torna cada vez más económica que política, por lo que se consolidan ciertas
instituciones como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), que muchas veces dictan
políticas para los países tercermundistas, los que ven de ese modo restringida
su soberanía.
Desde
la óptica del consumo, este proceso supone la mundialización de pautas
culturales derivadas de los alcances tecnológicos de los medios de comunicación
e información y de la rapidez y volumen del comercio internacional,
posibilitado por las mejoras en los sistemas de transporte. Desde
la óptica de la producción, la globalización se caracteriza por las
desigualdades cada vez mayores entre los países centrales y los periféricos (o
desarrollados y subdesarrollados) y por la descentralización de los procesos
productivos de las grandes empresas originarias de los países desarrollados,
con filiales en los países subdesarrollados que les brindan mano de obra
barata, recursos naturales a disposición sin o con pocas restricciones legales
y posibilidades de desechar fácilmente los residuos del proceso productivo, sin
sanciones ni limitaciones económicas y que les permite colocar sus productos en
mercados nuevos a costos cada vez menores.
El siguiente cuadro trata sobre las principales ventajas
y desventajas del proceso de globalización:
Ventajas
|
Desventajas
|
·
Acceso universal a la cultura y la ciencia.
·
Intercambio cultural y científico entre países.
·
Desarrollo de los sistemas de comunicaciones globales.
·
Se disminuyen los costos de producción y por lo tanto se ofrecen
productos a precios menores.
·
Aumenta el empleo en los lugares donde llegan las multinacionales,
especialmente en los países subdesarrollados.
·
Aumenta la competitividad entre los empresarios y se eleva la calidad de
los productos.
·
Se descubren e implementan mejoras tecnológicas que ayudan a la
producción y a la rapidez de las transacciones económicas.
·
Mayor accesibilidad a bienes que antes no se podían obtener en los países
subdesarrollados.
|
· Estandarización de la cultura mundial y pérdida de
la identidad propia de cada país.
· Mayor desigualdad económica entre los países
desarrollados y subdesarrollados debido a concentración de capital en los
países desarrollados (acumulación externa de capital).
· Desigualdad económica dentro de cada nación ya que
la globalización beneficia a las empresas grandes y poderosas.
· En los países desarrollados aumentará el desempleo y
la pobreza porque las empresas grandes emigran hacia otros lugares en busca
de mano de obra y materia prima barata.
· Mayor injerencia económica de parte de los países
desarrollados hacia los países subdesarrollados o en vías de desarrollo.
· Degradación del medio ambiente por la explotación de
los recursos.
· Menor oportunidad de competir con las grandes
empresas multinacionales.
· Mayor fuga de capitales porque cuando las empresas
multinacionales lo decidan, se trasladan hacia otros países que les ofrezcan
mejores ventajas en su producción.
|
Fuente: “Geografía
mundial contemporánea”. www.educ.ar (MARZO2016)
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